Los antibióticos en mi farmacia

La resistencia a los antibióticos es hoy en día una de las mayores amenazas para la salud mundial, seguridad alimentaria y el desarrollo. Puede afectar a cualquier persona sin importar su edad o país de residencia.
Aunque no muchas personas lo sepan, es un fenómeno natural ya que el uso indebido de estos fármacos se está acelerando a pasos agigantados.

Por ello, es tan importante que en tu farmacia la venta de estos medicamentos siga siendo estrictamente controlada y venderse a tus clientes cuando se prescriban en las recetas médicas.

Los antibióticos solo curan infecciones causadas por bacterias, como la neumonía e infecciones de vías urinarias y deben ser usados bajo estricta indicación y supervisión médica.
Su uso injustificado provoca resistencia bacteriana, ocultan síntomas y ocasionan asistencia  tardía al médico provocando reacciones adversas y gastos innecesarios.

La resistencia a los antimicrobianos surge cuando las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos cambian a lo largo del tiempo y dejan de responder a los medicamentos, lo que hace más difícil el tratamiento de las infecciones e incrementa el riesgo de propagación de enfermedades, de aparición de formas graves de enfermedades y de muerte.

Como consecuencia de la farmacorresistencia, los antibióticos y otros medicamentos antimicrobianos se vuelven ineficaces, por lo que las infecciones son cada vez más difíciles o imposibles de tratar.

¿Cuál es el papel de tu farmacia? Pues bien, aunque a veces resulte difícil de entender tú y tu farmacia forman parte de una cadena que puede reducir este grave incidente, en donde puedes orientar a las personas para que no consuman antibióticos a menos que sean recetados por un profesional e incluso puedas orientar a más personas a no venderlos sin receta médica.
Por ello, no debes olvidar que debes dispensar de forma correcta los antibióticos y así evitar multas o irregularidades, así que recuerda:

  • Lleva un registro:
    Con fecha de ingreso y salida del antibiótico.
    Denominación distintiva y en caso de genéricos laboratorio de procedencia.
    Presentación y cantidad.
  • La receta te dará varios datos necesarios:

Nombre de quien lo prescribe.

Cédula profesional.

Domicilio.

Número de receta retenida.

Sella la receta cada vez que surtes el antibiótico, anotando en ella la cantidad vendida y fecha de suministro.
Verifica que la dispensación del medicamento coincida con la fecha que abarca el tratamiento.

No olvides retener la receta cuando esté surtido el tratamiento completo y conservarla junto con el registro 365 días naturales.

Recuerda La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, en coordinación con las autoridades sanitarias de las entidades federativas, vigila el cumplimiento de la venta y dispensación de los antibióticos y las infracciones son sancionadas con multas equivalentes hasta por 16 000 veces el salario mínimo general diario vigente.